Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

I Reyes 13, 23-31

23 Después de haber comido y bebido, el profeta que le había hecho
volver le aparejó su asno.

24 Partió, y un león le encontró en el camino y le mató; su
cadáver
yacía en el camino y el asno permanecía junto a él; también el
león
permanecía junto al cadáver.

25 Pasaron algunos hombres que vieron el cadáver tirado en el camino
y al león que permanecía junto al cadáver; entraron y lo contaron
en la
ciudad en que vivía el anciano profeta.

26 Lo oyó el profeta que le había hecho volver del camino, y dijo: «Es
el hombre de Dios que desobedeció la orden de Yahveh, y Yahveh lo ha
entregado al león que le ha destrozado y matado, según la palabra
que le
dijo Yahveh.»

27 Habló a sus hijos diciendo: «Aparejadme el asno», y se lo
aparejaron.

28 Partió, y halló el cadáver tendido en el camino, y al asno y al león
que permanecían junto al cadáver. El león no había devorado el cadáver ni
había destrozado al asno.

29 Levantó el profeta el cadáver del hombre de Dios, lo puso sobre el
asno y lo trajo. Entró en la ciudad el anciano profeta, le lloró y le sepultó.

30 Depositó el cadáver en su propio sepulcro, e hicieron la
lamentación sobre él: «¡Ay, hermano mío!»

31 Después que le hubo sepultado, dijo a sus hijos: «Cuando yo
muera, me sepultaréis en el sepulcro en que ha sido sepultado el hombre de
Dios; junto a sus huesos depositaréis mis huesos,